martes, 4 de febrero de 2014

Ese vasto pasado



Caín estaba en su computadora, había tomado la decisión de escribir un cuento pero no se le ocurría nada, ya estaba desesperado, tal vez ya se le había acabado la inspiración, y sus días como escritor ¿ya se habían acabado?

Esa pregunta se le venía a la mente, de pronto como si le hubieran contado un chiste se empezó a reír.
¿Cómo escritor? _ decía
Logro controlar su sonrisa _ y dijo _ Eres más mesero que escritor _ se dijo
Después se volvió a quedar serio y se preguntó.
¿Cómo es que llegue  aquí?

Entonces empezó a recordar _ Pues cuando mi mama nos sacó del D.F  nos llevó a San pedro Balancan Tabasco _ se dijo

Nos llevó ahí porque ahí se encontraba su mama, (Mi abuela) No le gustaba la idea, pero tenía que dejarnos con ella para que pudiera irse a trabajar _En ese tiempo yo tenía 10 años_  se dijo
Iba a conocer a sus tíos, lo que para un niño de 10 años podía ser interesante, o no, para Caín la sorpresa era diferente, sus tíos tenían su edad.

Octavio tenía 12 años, la misma edad que la hermana mayor de Caín, su nombre Yolanda.
Gabriela si tenía la edad de Caín 10
Y estaba Yadira, era 2 años menos que Caín, ella tenía 8, la misma edad que su hermana menor, Martha

La mama de Caín y sus dos hermanas salieron  de Apizaco Tlaxcala, con dirección hacia tabasco, ¡Una semana en tren! al principio era divertido, pero después de tres días de viaje, comenzó hacer cansado y frustrante.

Llegaron en la noche, la estación del tren, estaba retirada de la casa de la abuela de Caín, el nombre de su abuela es Gemma.

Eran como las 9 de la noche, y el aire fresco, era agradable para los pulmones de Caín, la noche era muy clara, caminaban por las vías del tren, Caín se tropezaba con los durmientes o con las vías, la casa de su abuela  estaba a un costado de las vías del tren.

Bajaron por una vereda y una casa de asbesto y madera se  notaba una pequeña luz, cuando llegaron a la puerta la mama de Caín toco, tuvo que volver a tocar porque nadie les habría, hasta que un señor como de uno 50 años les abrió.

Hola sr Nicandro ¿como esta?_ dijo la mama de Caín.

¡María! _ dijo el señor, inmediatamente abrió la puerta y los dejo pasar, ya estaban acostados pero se levantaron por la visita, que acababa de llegar.

Caín miraba a sus tíos, no iba a poder decirles tíos, porque parecían como ellos, más bien parecían sus primos pensaba, cuando acabaron las presentaciones se acostaron, iban a dormir en hamacas, cosa que para Caín iba hacer la primera vez.

Fue el viaje junto con el cansancio, pero durmieron muy bien hasta las 10 de la mañana del día después, cuando Caín se levantó, bajo de la hamaca, salió a la calle, cosa que estaba raro, no había calle.

Caín notaba algo extraño, mucha vegetación, como a unos 50 metros se encontraban las vías del tren,  y más allá, más vegetación, alguna otra casa de un vecino, no, no había.

Ellos venían de la capital, pero Caín no tenía recuerdo de ella, de la capital, cuando su madre se vino de la ciudad, trabajaba en una empresa de costura y la patrona le había dado la oportunidad, de tener a sus hijos, así que Caín no salió a conocer el Distrito Federal.

Y aquí en un pueblo pero sin gente, Caín miro al su alrededor, algo llamó  su atención, una persona en un caballo _ Sr Nico buenos días _ saludo su abuela
Que le iba deparar a Caín y sus hermanas en este pueblo, aquí no había televisión ¿Qué es lo que iba hacer?

Los días pasaron y aunque Caín no lo podía creer, fue inscrito en la escuela, tenía que caminar mucho para llegar a ella, con su tío Octavio empezó a llevarse bien, en una ocasión se escaparon a matar pajaritos, los dos tenían mala puntería no casaron nada.

Pero en el bosque se introducían sin ninguna precaución, tabasco está lleno de animales peligrosos y muy bonitos, lo que abundaban más eran los lagartos, en temporada de calor a los lagartos no les importaba que la gente los viera, y salían a solearse.

Se llegaban a escuchar rumores, que en algunas ocasiones, uno que otro lagarto atacaba a una persona, por esa razón si un ama de casa veía a un lagarto asoleándose, en su patio, no saliera que le hablara a Protección Civil.

Todo esto le gustaba a Caín, allí en el pueblo pudio corre hasta cansarse, y baya que había espacio, lo más extraño para Caín, que cuando conoció a sus tíos era que ellos andaban descalzo, Caín se había dicho que no iba a poder hacer eso, porque cuando lo intento sus pies le dolieron, pero poco apoco sus pies se acostumbraron  y era libre, libre como una animal, que había estado como una mascota, hasta  que lo devolvieron a su hábitat.

Una vez venia caminando con sus tíos y sus hermanas ¡De pronto un zumbido! Llamo la atención de todos. su tía Gabriela grito _ ¡Avispas Africanas!
Ya iban a salir corriendo, pero sus tíos los detuvieron y les dijeron que se tiraran al suelo, y que no se movieran, el zumbido se a recio  y de pronto una nube negra apareció, Caín no podía creerlo, ¡Avispas! Eran Avispas sobre su cabeza, cuando terminaron de pasar, empezó a preguntar que si todas esas Avispas lo picaran que le hubiera pasado.
Te mueres _ le dijo su tío

También una vez volvió a escaparse con su tío, se llevaron la yegua del papa de Octavio, habían recorrido gran parte del pueblo, llagaron hasta una cerca en donde empezaba propiedad de alguna persona.
¿Crees que la yegua pueda brincar la cerca? _ Caín pregunto
Claro que puede y te lo va a mostrar _ Octavio izo para atrás a la yegua, para tomar vuelo _ No espera era solo una pregunta le decía,

La yegua salió corriendo al mando de Octavio, efectivamente la yegua brinco la cerca, pero Caín hizo algo, y los dos cayeron al suelo, tremendo golpe se llevaron los dos, Octavio se llevó un raspón con una rama.

Miedo y luego risas de alegría al caer, fue lo que sintió Caín, nunca se puso a pensar que en el pueblo se divertía más que el Distrito, también en el D.F nunca salió.

Otro recuerdo precioso, era que cuando Caín y Octavio iban  hacer sus necesidades, no iban al baño, ellos buscaban los arboles más altos del bosque, se subían hasta donde podían y desde ahí se ponían  a cagar, si  es que esa es la palabra, cagar, para ellos era divertidísimo ver caer la caca de 10 o 15 metros de altura.

Ese recuerdo Caín volvió al presente, y empezó a reírse, se revolvía en su asiento ¡Cagar desde arriba de un árbol! _decía

Otra pequeña y gran aventura, fue que una vez el tío de Caín, ósea Octavio vio algo raro, los animales de la abuela de Caín, ósea las gallinas, estaban alborotadas, una culebra mazacuata se comía a una coralillo, todos estaban en el patio, casi la mitad de la coralillo estaba dentro del cuerpo de la mazacuata, el tío de Caín las macheteo a las dos.

Caín volvió otra vez con su computadora, sonreía, recordar su infancia le saco varias sonrisas, incluso algunas lágrimas, mama nos trajo de nuevo al distrito sufrimos mucho, pero esa fue mi infancia, bueno una parte, deje de ser un chico de pueblo y me volví un chico de la ciudad.


Y aquí estoy, tratando de escribir un cuento.

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